El don de la vida que dios creador ha confiado al hombre que este tome conciencia de su inestable valor y lo acoja responsablemente. Los criterios son el respecto, la defensa y la promoción del hombre, su derecho fundamental a la vida y su dignidad de persona.
El cuerpo humano no puede ser reducido a un complejo de tejidos, órganos y funciones, ya que es parte constitutiva de una persona que atreves de el se expresa y se manifiesta.
La vida de todo ser humano ha de ser respetada de modo absoluto desde el momento mismo de la concepción porque todo el ser hombre lleva grabada la imagen del creador. La vida humana es sagrada porque desde su inicio comporta la acción creadora de dios y permanece siempre en una especial relación con el creador, su único fin. Solo dios es señor de la vida desde el comienzo hasta su término.
El concilio inculca el respecto al hombre de forma que cada debe considerar al prójimo como otro yo, cuidando el primer lugar de su vida.
En nuestra época, urge la obligación de acercarnos a todos y de servirlos, ya que se trata de ese anciano abandonado por todos, o de ese trabajador extranjero despreciado injustamente.
No solo eso. Cuando atenta contra la vida-homicidios de cualquier clase, genocidios, abortos, eutanasia y del mismo suicidio deliberado; cuando viola la integridad humana, como por ejemplo las mutilaciones, las torturas morales o físicas; cuando ofende la dignidad humana, cuando las condiciones infrahumanas de vida, las detenciones arbitrarias, las deportaciones, la esclavitud, la prostitución, todas estas practicas en si son infames.
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